Materiales para el tejido del sofá

Materiales para el tejido del sofá

Cuando vamos a comprar un sofá miramos siempre el estilo de éstos, su color, su forma, sus precios, pero muchas veces descuidamos un aspecto clave a tener en cuenta en los sofás: su material. Éste es más importante de lo que parece, y no solo porque interviene en el estilo general del sofá, sino porque su futuro mantenimiento depende en gran parte del material con el que esté tapizado.

A continuación veremos los materiales de sofás más habituales que podemos encontrar, analizando las características generales de éstos. De esta manera podremos saber qué tipo de material elegir conociendo como éste va a responder en el futuro.

Los sofás de tela son los más demandados por dos motivos fundamentales: su ajustado precio, siendo unos sofás baratos, y el fácil mantenimiento de éstos, ya que la tela nos da facilidad para su lavado. Dentro de las telas naturales, los dos materiales más utilizados son el lino y el algodón.

Los sofás de lino son muy comunes en tapicería. Aunque debemos aclarar que existen varias variedades de lino utilizadas, algunas más suaves y delicadas, y otras más resistentes y duraderas. Pero en general el lino es un material que trasmite un toque clásico, ligeramente rústico. Su resistencia es buena a las manchas y a la pérdida del color, aunque el uso excesivo no lo lleva tan bien. Su limpieza debe hacerse con productos especiales para que no encoja.

Aunque si hablamos de telas naturales, los sofás de algodón son los más utilizados. Este tejido es un como un comodín, adaptándose a todo tipo de ambientes. Un sofá de algodón puede estar tanto en un ambiente clásico como en uno contemporáneo.

El algodón es más resistente que el lino, por lo que “envejece” mejor. Su color aguanta también muy bien, aunque lo de las manchas lo lleva peor y no las repele. Pero es de fácil lavado, por eso no hay que preocuparse. No obstante para que se manche menos muchos fabricantes mezclan el algodón con otros materiales más resistentes a las manchas.

Saliéndonos de las telas, a los sofás de piel o de cuero hay que hacerles un bloque aparte, porque éstos tienen una popularidad que les da ese derecho. Igual que ocurría con el algodón, la piel es muy versátil, pudiendo adaptarse a estilos clásicos o modernos. Su presencia la marcará el estilo general del sofá, y no ya tanto el material de éste.

Los sofás de cuero presentan una estética muy especial, ofreciéndonos calidad, elegancia y clase. Igualmente nos ofrece mucha durabilidad, aunque eso sí, para que lo haga en las mejores condiciones tendremos que tener unos cuidados específicos de limpieza y acondicionado con la piel.

Eso sí, la piel la desaconsejamos para casas con niños pequeños porque no llevan demasiado bien las manchas y el contacto con líquidos.

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