Decorar un salón pequeño

Decorar un salón pequeño

A todos nos encantaría contar con los amplios salones que vemos en las revistas de decoración en los que todo luce estupendamente, pero por desgracia los metros son muy limitados en la mayoría de los casos.

Pero no debemos preocuparnos, porque siguiendo una serie de pautas podemos lograr que nuestros pequeños salones luzcan con mucha personalidad, y aunque no luzcan tan bien como los que vemos en las revistas, sí nos sentiremos bien en ellos.

Y para conseguirlo, nada mejor que leer los siguientes consejos decorativos para salones pequeños. Aprendamos a crear grandes salones en espacios reducidos.

El primer consejo que te vamos a dar seguro que ya te lo habías planteado, pero nosotros queremos confirmártelo: debes prescindir de todo lo que puedas y quedarte solo con lo imprescindible.

Para un espacio reducido, lo mejor es que te bases en la decoración minimalista, con un orden estricto, pocos accesorios decorativos, quedarnos solo con los muebles precisos, etc.

Por ejemplo, el tamaño del sofá debe ser el adecuado para las personas que vivís en casa. De nada sirve que si sois dos tengáis un sofá para cada uno. Ahorra espacio y hazte con un sillón antes que con un segundo sofá.

Siguiendo con los sofás, colócalo de forma que ganes espacio. Colocar un sofá en medio del salón solo es apropiado para los que tienen mucho espacio, pero en dimensiones reducidas lo mejor es pegarlo a la pared. Y si las características del salón te lo permiten, colocando un sofá esquinero tendrás muchas plazas para sentarse y aprovecharás hasta el más mínimo hueco.

Busca muebles versátiles que puedan ofrecerte una segunda función. En este aspecto, las mesas auxiliares son muy prácticas, sobre todo las mesas nido, porque en poco espacio tenemos una mesa ideal para el salón. Las mesas extensibles o las sillas plegables son otras opciones que puedes estudiar. En sofás puedes encontrarlos con espacio de almacenamiento en su interior.

Huye de los colores vivos u oscuros y céntrate en los colores claros y neutros. Éstos aportarán luminosidad al salón, haciendo que la sensación de opresión sea menor en él. Para contrastar, puedes optar por muebles ligeramente oscurecidos. Aunque cuando más claros sean éstos, mejor que mejor.

Por último, ofrécele buena luz al salón, tanto natural como artificial. Cuanta más luz tiene un espacio, mayor parece éste. Y como los colores de las paredes son claros, su efecto será el doble de efectivo.

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