Elección del sofá del salón

Sofá moderno

Primeramente debemos aclarar que el sofá es, de los muebles que hay en el salón, el más importante de todos ellos. Además es quizá el más presente de todos, porque todo el mundo tiene al menos uno en su salón.

Con esto en mente podemos empezar a entender algunos de los motivos de la relevancia del sofá en cualquier tipo de decoración. Además es un elemento que se ve mucho, por lo que tiene mucho peso decorativo. Y para concluir, éste nos permite ciertas licencias decorativas que veremos en el siguiente artículo.

Por todo ello en las siguientes líneas aprenderemos no solo a escoger un buen sofá para el salón, sino a escoger el sofá perfecto para nuestro hogar. Para ello veremos una serie de recomendaciones a tener en cuenta.

Para empezar, toda la decoración del salón debe girar alrededor del sofá. Esto quiere decir que un buen sofá puede ser una buena referencia para comenzar un estilo decorativo. Además esto nos facilitará los trabajos de decoración, porque podremos elegir los muebles tratando de combinarlos con el sofá.

Ahora es momento de pensar en el tipo de sofá que necesitamos. Si dispones de mucho espacio, los sofás chaise longue son la última moda y son realmente cómodos. Por su parte los sofás esquineros son ideales para aquellos que tenemos poco espacio y queremos aprovechar hasta los metros de las esquinas.

Hablando de poco espacio, los sofás de 2 o 3 personas son ideales para este tipo de espacio, siempre pegados a alguna pared. Si sueles tener invitados en casa y dispones de poco espacio, los sofás cama están pensados para ti.

El tipo de tejido del sofá también es un detalle importante a tener en cuenta. El tipo de material decidirá no sólo su durabilidad, sino también su facilidad de limpieza y su mantenimiento. Además, cada tipo de tejido permite una gama diferente de colores y de estilos, por lo que es importante acertar en ello.

Si quieres un toque moderno, el cuero o la piel son perfectos para tu salón, aunque el mantenimiento de éstos es más difícil que el de, por ejemplo, los sofás de tela. Pero éstos últimos son más clásicos, claro está.

Y ya por último hablaríamos del interior del sofá, algo de lo que pocos hablan pero que influye en su comodidad y en su resistencia. El material por excelencia para el interior de un sofá es el látex, ya que es muy resistente, limpio y relativamente cómodo.

La espuma es el material más económico, pero no son los sofás más cómodos. Además para los alérgicos no son los más aconsejables. También podríamos hablar de las plumas, que crean los sofás más cómodos, aunque también los más delicados. Acaban deformándose.

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